Monday, March 22, 2010

III12.IRUÑA



Critica de Oscar Beorlegui en Noticias de Navarra:

http://www.noticiasdenavarra.com/2010/03/22/ocio-y-cultura/cultura/los-puntos-sobre-las-ies-concierto-de-sexty-sexers

Los puntos sobre las íes Concierto de Sexty Sexers

Fecha: Viernes, 12 de marzo. Lugar: Infernu Taberna, Iruñea. Intérpretes: Sexty Sexers, grupo integrado por Mikel, a las voces; Joseba y Julen, a las guitarras eléctricas; Xiker, al bajo, e Iñaki, a la batería. Posteriormente actuaron Akatu. Incidencias: Concierto de presentación de "Hero Mantra", tercer CD de Sexty Sexers. Hora y media de duración. Muy buena asistencia.

la fuerza, la demoledora fiereza del rock & roll se manifestó en el referencial Infernu de manos de los más que recomendables Sexty Sexers: la banda que llegó del norte. Del País del Bidasoa -concretamente-, de enorme tradición musical. De Bera, epicentro de la caldera, no en vano estamos hablando de la patria chica de músicos tan reconocidos como el multidisciplinar Joseba Irazoki (productor de Hero Mantra, el último CD de Sexty Sexers) o el bajista Mikel -de idéntico apellido-, habitual en bandas de artistas como Ana Torroja o Miguel Bosé. Y los Sexty, digámoslo ya, vaya que si engancharon a los presentes, sacando a muchos de sí -poco menos-, saliendo casi a hombros (de hecho, Mikel Larratxe y Joseba Baleztena, pura personificación del rock & roll ambos, fueron paseados así por el local en el fragor de dos canciones) y, en definitiva, poniendo una pica en Iruñea con su concierto: con una actuación con la que, además, vinieron a poner los puntos sobre las íes -desde el prisma de hacer ver cómo ha de tocarse el rock & roll- marcando bíceps… y diferencias, más que tendencias: algo, esto último, tan al uso en este siglo, tan prolijo en presunta creación de las mismas.

Abriendo noche para los recientemente saqueados Akatu (ejerciendo de teloneros -si se quiere-, pero de auténtico lujo), los de Bera abrieron fuego con Behor Begiak so, contundente tema que, a manera de toma de contacto, progresivo e intenso por igual, accionó la espoleta para lo que se avecinaba: para la deflagración de rock and roll y vatios que estaba por llegar. Para la sucesión de explosiones en cadena que, al filo de lo imposible a tenor de la contundencia demostrada, convirtieron el Infernu en una especie de microcosmos en el que durante 90 minutos sólo fue posible respirar un tipo de aires, rockeros, claro está: cosa del rock & roll energy facturado, teñido de hard (Tetsuo edo Melquiades, por ejemplo) y rico en vetas de folk americano, como lo dio a entender el tema Kaktus Rock. Del huracán de autenticidad y killer rock (Ziklon birika, Hi otso serían ahora los ejemplos) con todas las letras desplegado, en estos tiempos en los que tanto se tiende a usar el nombre del rock en vano, difuminado el mismo en el pop-rock o, la última moda, en el pop-punk.

Con el bajista, más que presente siempre, encargándose junto con el baterista de la elaboración de la argamasa rítmica y del encofrado llamado a sostener el huracán musical, con el primero trazando con seguridad los raíles para que se lucieran los guitarristas y, a un tiempo, incansable, tirando también de la locomotora y participando del acabado final de las canciones, la actuación se centró en la puesta de largo de los temas de Hero Mantra, dando lugar a un concierto agreste, brutal. Pergeñado sin florituras, más allá de las exigidas para llevar a buen puerto las interpretaciones; sin aditamentos posibles o imposibles ni más predicamentos: y así lo entendió el joven público que se dio cita en el Infernu, actual base de operaciones y de rodaje no ya de la cantera rockera de Nafarroa sino de la del Estado incluso, a tenor de cómo está programando el local; ¿que cómo lo entendieron? Entrando rápidamente en materia… ante la imposibilidad de no hacerlo, estando allí. Participando hasta quedar plenamente saciados de un hecho musical que nunca abandonó la senda del rock & roll más genuino, ése que, sin abonos ni fertilizantes, contra pronóstico, aún crece entre la maleza, haciendo grande al género. Hasta acabar albergando dos sensaciones… encontradas para bien -dicho viernes-, de sordera y satisfacción: producto las mismas de haber visto algo grande, Sexty Sexers. Una vez más, de altísimo octanaje.

No comments:

Post a Comment